Microblading
El microblading es una técnica de maquillaje semipermanente, cuyo objetivo es corregir o reconstruir completamente una ceja carente de pelo o ausente, realizando pelos de forma artística, creando un efecto hiperrealista y natural.
Tiene una duración aproximada de 6 meses a dos años, lo cuál dependerá de las características cutáneas de la persona, así como de su estilo de vida, pues personas que viven en zonas calurosas y realizan ejercicio tienden a retener menos tiempo el pigmento por la vasodilatacion del poro . El microblading de cejas se realiza depositando manualmente un pigmento en la dermis papilar de la piel mediante una pluma especial llamada tebori o inductor. Es la técnica más novedosa dentro de la industria del maquillaje permanente, en la creación de diseño de cejas pelo a pelo. Se trata de un método de rápida cicatrización y de aspecto mucho más natural. También se puede utilizar para espesar u oscurecer las cejas ya existentes dándoles una forma más definida.
Beneficios a tener en cuenta
El microblading es una técnica de maquillaje semipermanente que básicamente “consiste en introducir moléculas de pigmento en las capas subepidérmicas de la piel mediante pequeños trazos. Se realiza de forma manual, lo que hace que el resultado sea más natural, además es un desarrollo más artístico en comparación con otras técnicas”.
Cabe recordar que la principal diferencia entre el microblading y la micropigmentación es que aunque ambas son técnicas de maquillaje semipermanente, este último se realiza con una pluma de metal a la que se le adapta un cabezal, permitiendo optar por la técnica de “pelo a pelo”; mientras que en el segundo caso se opta por el uso de agujas, pudiendo así hacer sombras e intensificar el pelo marcado, pero con un resultado menos detallado. Asimismo la micropingmentación puede tener una duración de hasta dos años o dos años y medio, frente al año del microblading.
El primer beneficio a tener en cuenta es que se trata de un resultado mucho más natural y que a simple vista es más difícil de detectar, además del hecho de que se trata de una opción semipermanente de la que despreocuparse igualmente durante meses.
Resultado más natural
El microblading no implica el uso de máquinas eléctricas y, a diferencia de otros tratamientos de maquillaje permanente como la micropigmentación, implica un trazado individual para cada pelo de la ceja, buscando un resultado más natural que los tatuajes o técnicas de maquillaje permanente con máquinas, lápices de cejas o polvos.
La importancia de la calidad del resultado
Otra cuestión a tener en cuenta es que no todos los centros cuentan con especialistas para realizar microblading, lo que puede suponer una gran diferencia en cuanto a los resultados. El no contar con un especialista puede suponer problemas como “que el diseño no sea el adecuado para su rostro, que queden asimétricas, que el color no sea el correcto y que no se utilicen materiales aprobados por Sanidad. Todo esto puede derivar en infecciones, así como que el lugar no esté bien higienizado o desinfectado para hacer este tipo de servicio”.
Además de la higiene y la calidad de los pigmentos, también conviene valorar otras cuestiones como la calidad del acabado, para distinguir un buen servicio. Así, en las fotos de clientes previos puede valorarse que “hay muchos clientes que tienen cejas más descendentes que les entristecen la mirada y cuando realizas el tratamiento consigues un cambio increíble con un efecto lifting”.
Otro de los puntos que marcan la diferencia es contar con un buen estudio previo y un diseño personalizado, “midiendo las facciones del cliente y mostrándoselo para que autorice previamente el diseño”, insisten los expertos en estética.
Por último, el dermatólogo Enrique Herrera Acosta explica que es importante que la técnica esté supervisada por especialistas “que puedan detectar cualquier reacción negativa lo antes posible”, aunque informa de que estas son mínimas, ya que en manos expertas se utilizan “pigmentos naturales e hipoalergénicos 100%”, siendo un tratamiento “indicado para tipos de pieles de cualquier tono o fototipo”.
Uso de agujas desechables
En la parte inferior de las plumas de microblading se insertan las agujas desechables, con las que se realizarán los microcortes en la piel. Dichas agujas son tres veces más finas que las utilizadas para la micropigmentación y el tatuaje, de manera que el resultado obtenido del dibujo de cada pelo de la ceja resulta más realista.
Durabilidad
Como todos los demás tatuajes puede desvanecerse dependiendo de múltiples factores (calidad del pigmento o tintas utilizadas, exposición a los rayos UV, elementos que se encuentran en los productos para el cuidado de la piel, medicamentos, étc.) pero nunca desaparecerá por completo. El tatuaje es permanente, ya sea en el cuerpo o la cara.
Puede tener una duración de entre 6 meses hasta 2 años, dependiendo de los factores antes mencionados e incluso del mismo tipo de piel u organismo de la persona a quien se le ha implantado el pigmento.
Inmediatamente después del tratamiento, las cejas aparecerán más oscuras de lo esperado, pero se desvanecerá el tono con el proceso de curación durante las siguientes 4 semanas.
Contraindicaciones
El microblading está contraindicado en personas con diabetes, hipertensión, enfermedades de transmisión sanguínea, alergias y alteraciones de la piel. Las complicaciones más comunes que pueden resultar de este tipo de tratamiento son la mala aplicación del pigmento o su migración, por lo que es conveniente que sea realizado por manos de un profesional.
Esterilización
El tratamiento debe realizarse en un ambiente estéril, con una desinfección previa del área de la piel de la ceja por parte del técnico, y utilizando herramientas desechables de un solo uso (agujas, guantes, microcepillos, etcétera). Cuando se realiza correctamente, el tratamiento es prácticamente indoloro, aunque en la práctica, los profesionales suelen hacer uso de soluciones de calmantes, para disminuir las molestias que pueda ocasionar.
Cicatrización
Semana 1: En los primeros días se produce una intensidad de color y puede experimentarse una leve inflamación en las primeras horas después del tratamiento.
Semana 2: Se observa una reducción drástica en el color ya que la piel genera una micro-costra que se cae y hace que el color no se vea.
Semana 3: Reparación total de la piel, el color sube
Semana 4: La piel termina el proceso de cicatrización y se hace el retoque para reforzar el color.
Es importante saber que el color del primer día de tratamiento bajara hasta un 40% de intensidad al cicatrizar.