Peeling Químico
El peeling químico, conocido también con dermoabrasión, es un tratamiento estético de rejuvenecimiento facial, que consiste en la aplicación de diferentes sustancias químicas para conseguir una renovación de las capas superficiales de la piel. Sirve para tratar lesiones como las cicatrices derivadas del acné , y signos del envejecimiento como todo tipo de manchas (melasmas, léntigos solares, queratosis, etc.), arrugas y pérdida de liminosidad. Existen diferentes tipos de peeling y cómo elegir el mejor según el problema que quieras tratar.
El tratamiento consiste en la utilización de diversas sustancias químicas sobre la piel con el objetivo de renovar las capas de la dermis y exfoliar, consiguiendo gracias a esto eliminar las imperfecciones, así como una unificación en el tono cutáneo.
El peeling químico sirve para eliminar las arrugas, las cicatrices, los poros dilatados y las manchas, a la vez que estimula la producción de colágeno, consiguiendo una mejora en la textura de la piel y aumentando, además, su luminosidad. Algunos tipos de peelings químicos sirven también para mejorar la rosácea. Se trata de una de las mejores formas no invasivas de mejorar el aspecto de la piel y rejuvenecerla y el resultado es proporcional al número de capas que se intentan retirar. Cuanto más profundo, más se aprecian los cambios, aunque cada piel requiere un protocolo propio. El número de sesiones varía en función de las necesidades de cada persona.
QUÉ TIPO DE PEELING ELEGIR
Según el nivel de profundidad que alcanzan los peelings químicos se dividen en diversos tipos:
Los peelings superficiales, que son los más recomendados por resultar menos agresivos para la piel, actúan sobre las capas más visibles de la epidermis. Este tipo de peeling se realiza con AHA (alfahidroxiácidos como el ácido glicólico), TCA (ácido tricloroacético), AC Retinoide o solución de Jessner. Está recomendado para conseguir una mayor luminosidad, mejorar las arrugas finas, los problemas leves de acné y las manchas».
Los peelings medios actúan en la capa más profunda de la epidermis y en la dermis superficial de la piel y se utilizan, según nos cuenta la doctora Lidici Santana, para mejorar «el daño actínico (daño en el ADN celular provocado por la exposición al sol), las arrugas de mediana profundidad, la pigmentación y las cicatrices. Los agentes utilizados son AHA en altas concentraciones, más del 30% de TCA, fenol y TCA + glicólico». Este peeling químico es muy eficaz contra las manchas, pero la doctora subraya que «no se puede salir de casa durante una semana». En cambio, no resulta efectivo para tratar los daños del acné. Para pieles con tendencia acneica, se recomienda un peeling con ácido salicílico de una sesión cada dos o tres semanas (el número de sesiones dependerá del problema a tratar).
Los peelings más profundos, que dañan las capas más profundas de la piel, son «el fenol y la fórmula de Baker que ayudan a corregir las arrugas profundas, el daño actínico severo, las pigmentaciones y las cicatrices. Aunque la efectividad de estas técnicas es muy alta, tienen también una gran agresividad.
CÓMO SE REALIZA EL PEELING QUÍMICO
Después de limpiar la piel en profundidad, se aplica la sustancia química (normalmente ácidos) que estimulará la renovación celular consiguiendo la mejora de la piel. Es normal tener una sensación de picor o quemazón. Transcurrido el tiempo necesario, se neutraliza el ácido y desaparece el picor. Tras el peeling, la piel presentará tirantez, enrojecimiento e incluso una leve inflamación. En función de la profundidad del peeling, incluso puede producirse una descamación. Lo normal es que estos síntomas desaparezcan trascurridas unas horas, salvo en el caso de los peelings más profundos que podrían durar días.
LO QUE DEBES SABER ANTES DE REALIZARTE UN PEELING QUÍMICO
- El mejor momento para someterte a este tratamiento es el otoño o el invierno.
- Es recomendable evitar la exposición solar en las semanas previas y después de someterse al peeling químico. La protección solar es imprescindible.
- Algunos expertos aconsejan no utilizar maquillaje en las 24 horas siguientes al tratamiento.
- Lo habitual es necesitar varias sesiones, pero esto depende del estado de la piel y del objetivo que se persiga.
- En ocasiones después de un peeling químico puede producirse un brote de acné, hiperpigmentaciones e irritaciones.