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Radiofrecuencia Corporal

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La radiofrecuencia corporal es una técnica que consiste en la emisión de una corriente electromagnética que aumenta la temperatura de la piel a nivel superficial y profundo. Se empezó a utilizar en medicina hace muchos años y más recientemente se ha introducido en la medicina estética. El aumento de la temperatura de la piel activa la formación de fibras nuevas de colágeno que mejoran su elasticidad.

En medicina es conocida en el ámbito quirúrgico para la coagulación de tejidos y eliminación de tumores. En estética es el tratamiento más empleado para la reafirmación de la piel y reducción de volumen corporal.

Para fines estéticos la radiofrecuencia emplea un nivel de energía no ablativo, es decir, es un tratamiento no invasivo que no corta la piel y no genera cicatrices, el paciente solo siente un ligero calor que convierte su sesión en un momento relajante.

Toda máquina de radiofrecuencia tiene un manípulo que se aplica sobre la piel, pero solo las más modernas son del tipo capacitivo, generando calor interno en la dermis y calentándose la epidermis desde dentro y no desde fuera, como así hacían las primeras generaciones de radiofrecuencia resistiva. El calentamiento profundo genera efectos en 2 zonas, el tejido graso subcutáneo y la piel.

Técnicamente, la radiofrecuencia genera ondas electromagnéticas y éstas un rápido movimiento rotacional de las moléculas de agua del tejido graso que por fricción se calienta. La mayor o menor temperatura conseguida depende de la cantidad de agua del tejido tratado y en general, cuanto mayor sea mejores serán los resultados. Por ello es tan importante beber agua abundante durante varias semanas antes de someterse a la sesión de radiofrecuencia.

La radiofrecuencia es un típico tratamiento de lipoescultura sin cirugía. Remodela la figura mediante la eliminación de la grasa, la celulitis y la reducción de la flacidez corporal. Veamos porqué el calentamiento profundo de esta técnica genera estos beneficios y nos hace adelgazar:

  • Aumenta la circulación sanguínea del tejido graso, mejorando su metabolismo y con ello el flujo para su desecho, siendo consecuencia la disminución del espesor adiposo y de la celulitis.
  • Favorece el drenaje linfático natural del cuerpo. Se eliminan los líquidos y toxinas del panículo adiposo afecto de celulitis.
  • Estimula la formación de nuevo colágeno y elastina en capas internas, reestructurando el tejido subcutáneo y dotándolo de firmeza, lo que se traduce externamente en una piel más firme.

Por tanto, la reducción volumétrica de la zona tratada es el resultado de la eliminación metabólica de la grasa, la liberación de líquidos del sistema linfático y la reestructuración de las fibras de los tejidos internos.

 

¿Para qué sirve?

Para combatir la celulitis, la grasa localizada y la flacidez. Define la figura, reafirma y también es eficaz para reducir las estrías. La radiofrecuencia favorece el drenaje linfático natural del cuerpo, eliminando más rápidamente líquidos y tóxinas (causantes de la celulitis). Además favorece la formación de colágeno y elastina en las capas internas, reestructurando el tejido subcutáneo y dotándolo de firmeza.

¿En qué partes del cuerpo es eficaz?

La radiofrecuencia puede aplicarse en cualquier parte del cuerpo y con cualquier tipo de piel, desde las negras y bronceadas hasta las más blancas.

Tras cada sesión, puede haber un ligero enrojecimiento de la piel que por lo general se normaliza en minutos. Si se desea una exposición solar inmediata será necesaria la aplicación de pantalla solar 50. Salvo este cuidado, el paciente puede continuar su vida normal, ya que el tratamiento no produce inflamación o daño cutáneo alguno.

La radiofrecuencia es selectiva, es decir, nos permite tratar partes concretas del cuerpo. Su uso más popular es en áreas con exceso de grasa para reducir su volúmen, o en zonas flácidas para reafirmarlas.

  • Glúteos. Se trata de uno de los músculos más grandes del cuerpo y por ello, necesita de un tratamiento intensivo para devolverle su tono y elasticidad. Con ello se logrará el levantamiento, forma redondeada y firmeza, de una de las partes más sensuales de la mujer.
  • Piernas. Mejora la flacidez en la cara anterior y posterior de los muslos y reduce su celulitis.
  • Abdómen. La radiofrecuencia abdominal tiene como objetivo conseguir un vientre más plano, reduciendo además la flacidez y las estrías típicas de los cambios de peso y post-parto.
  • Brazos. El reto principal es la flacidez de la cara interna del brazo, el descolgado propio de la pérdida de elasticidad motivado por la edad. Si el caso fuera sobrepeso generalizado, se suele tratar la acumulación de grasa en el brazo junto a la del codo y muñecas.
  • Papada y cuello. La Radiofrecuencia es la técnica no quirúrgica más empleada para ambas zonas, siendo su mayor efectividad tratando 1) exceso de tejido adiposo leve o moderado y 2) descolgamiento moderado de la piel.
  • Senos. La Radiofrecuencia vuelve a posicionarse como el tratamiento nº 1 para reafirmar esta zona tan sensual de la mujer. El calor interno de la técnica estimula la circulación y la formación de colágeno y elastina, logrando unos senos más firmes y rejuvenecidos.
  • Estrias. De eficacia alta en la reducción de la estría roja y moderada en la blanca, el tratamiento trata de generar nuevas fibras de colágeno y elastina en sustitución de las fibras rotas, que dan lugar a la estría.